Vamos a comenzar nuestro viaje por Camboya subiendo a esta barca para recorrer el lago Sap. Declarado Reserva de la Biosfera en 2007 por la UNESCO, el lago Sap es una cuenca fluvial de vital importancia para el país. Además de recurso hídrico para alimentar los cultivos que constituyen la base de su economía, es una importante red de transportes. Sí, por esta zona, las autopistas son acuáticas y los coche que circulan son barcas.
No es de extrañar que aquí se encuentren muchas de las más importantes aldeas flotantes del país. Aparentemente lo único que diferencia a estas aldeas de cualquier otra del mundo, es que están rodeadas de agua. Si quieres pedir un poco de sal a tu vecino o ir al colegio, has de llamar a un taxi acuático, y si tienes que ir la supermercado, ahí tienes más suerte, viene navegando a tu casa.
No se yo si muchos de vosotros querríais vivir en una de estas ciudades flotantes. Ahora de los que no me cabe ninguna duda es de que os morís de ganas por conocer Angkor Wat. Todos los que visitan Camboya vienen a ver Angkor, posiblemente el conjunto de templos más espectacular de todo el sudeste asiático. Este tesoro arqueológico es la estructura religiosa más grande jamas construida. El complejo abarca unos 400 kilómetros cuadrados, muchos ellos ocultos en la selva, aunque se estima que originariamente ocupaba una extensión de 3000 metros cuadrados.
Hoy en día es un foco turístico de primer orden mundial. El número de visitantes ha crecido tanto en los últimos años que la UNESCO ha empezado dar recomendaciones a las autoridades camboyanas para proteges de las malas prácticas turísticas tanto al complejo monumental como a la gente que allí vive. Yo he alquilado una bicicleta para poder moverme por el recinto y visitar algunas de sus construcciones más emblemáticas. La que más destaca es el templo de Angkor Wat. Construido en el siglo 12 es la principal construcción de todo el conjunto, de hecho da nombre a todo el complejo y su silueta está presente en la bandera de Camboya.
Otro templo que te resultará familiar es el de Ta Prohm, entre otras cosas porque aquí se rodaron algunas escenas de la película Tom Rider con Angelina Jolie. Pero lo interesante de este templo es la imponente presencia de la vegetación. A partir del siglo 15 el asentamiento de Angkor fue abandonado, quedando los templos a merced de la implacable selva que fue devorando las construcciones durante cuatro siglos. En el siglo 19 llegaron a Angkor los primeros occidentales dando comienzo los trabajos de recuperación arqueológica. El templo de Ta Prohm fue uno de los pocos que no fueron rescatados de la selva con fines educativos, ya que serviría para mostrar a la humanidad el estado en el que se encontraban las construcciones tras su abandono en el siglo 15. Gracias a esta decisión académica, la combinación de naturaleza y ruinas han hecho de Ta Prohm uno de los templos más impactantes del conjunto de Angkor.
Pero mi el templo favorito es el Bayon, también conocido como el templo de las mil caras, aunque en verdad son algunas menos. La estructura está compuesta por 54 torres decoradas con 200 sonrientes y enigmáticas caras todas iguales. Si este personaje que pone rostro el templo de Bayon viviera en nuestros días, sin duda estaría enganchado a Instagram y sería un gran influencer. Creo que no hay un escenario mejor para despedir mi viaje por Camboya que el conjunto monumental de Angkor, declarado en 1992 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En lo particular todo el continente Asiático me encanta!!! Cuando planifico Viajes a Camboya busco un tour que me mueva desde bahía de Halong hasta el delta del Mekong, me fascina Snooky y sus playas, me molan los paseos por Kampot… en fin un paraíso turístico que nada tiene que envidiar a otros destinos.
Y además Asia es muy muy segura. Da gusto viajar a este continente! 🙂